NUESTRO MODELO
Estamos comprometidos a modelar una familia centrada en Cristo para cada niño confiado a nosotros. En La Finca, los niños viven en entornos donde una mamá y un papá (y sus hijos biológicos) sirven como modelos de roles familiares y dan la bienvenida a los niños en su hogar durante el tiempo que el sistema judicial considere necesario.
MODELO FAMILIAR
Estamos comprometidos a modelar una familia centrada en Cristo para cada niño confiado a nosotros. En La Finca, los niños viven en entornos donde una mamá y un papá (y sus hijos biológicos) sirven como modelos de roles familiares y dan la bienvenida a los niños en su hogar durante el tiempo que el sistema judicial considere necesario.
Cada hogar vive la vida juntos: trabajo y juego, y sirve en una iglesia local como una unidad familiar. No hay más de seis u ocho niños viviendo en cada hogar para que podamos proporcionar un ambiente de amor, seguridad, esperanza y aliento para que los niños sanen y crezcan.
CONSEJERIA
La Casa de mi Padre proporciona asesoramiento individual y grupal centrado en Cristo para ayudar a sanar las heridas profundas en los corazones. Las sesiones individuales ayudan al niño a abordar el trauma que han experimentado, y las sesiones grupales ayudan a los niños a aprender cómo vivir juntos de manera saludable. Cada niño tiene su propio Plan de Terapia Individual.
El asesoramiento se extiende a todo nuestro personal. Las reuniones semanales en las casas abordan específicamente los problemas que puedan surgir en el hogar. Nuestro personal participa en sesiones de capacitación quincenales diseñadas para ayudar a cada miembro del personal a servir como un coach de vida mientras interactúan con nuestros niños hora tras hora.
EDUCACIÓN
Los niños vienen a nosotros con antecedentes educativos variados. Algunos nunca han estado inscritos en la escuela o comenzaron y abandonaron. Muchos tienen dificultades para aprender debido a traumas pasados. Ofrecemos un programa de educación en el lugar que proporciona instrucción en grupos pequeños mientras identificamos las fortalezas y debilidades de cada niño y trabajamos para llenar las brechas de aprendizaje. Nuestro deseo es que cada niño participe en el proceso de aprendizaje para que puedan alcanzar su máximo potencial.
Actualmente, trabajamos bajo la supervisión de una escuela privada local, pero estamos trabajando para obtener la acreditación independiente a través del Ministerio de Educación. Nuestro deseo es poder construir un centro de educación en un futuro cercano.
PROGRAMA DE EQUINOTERAPIA
Tenemos el privilegio de contar con un programa de equinoterapia para los niños en la propiedad. La equitación terapéutica en su forma más simple consiste en enseñar a los niños a montar a caballo. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que estas lecciones de equitación pueden utilizarse para lograr otros objetivos: educativos, físicos y/o emocionales. Algunas áreas en las que los niños en La Casa se benefician incluyen el aumento de la confianza, aprender a confiar, reconocer y controlar las emociones, servir para reforzar y enseñar habilidades académicas de una nueva manera, así como enseñar responsabilidad.
Además de enseñar lecciones a los niños en La Casa, el programa se extiende a niños con discapacidades en la comunidad, ofreciéndoles esta terapia única. Para obtener información adicional sobre nuestro programa de terapia ecuestre, puede visitar www.mfh-elsalvador.org/development
PROGRAMA FAMILIAR
La Casa de mi Padre intenta romper los patrones generacionales de abuso y abandono a través de su programa familiar. Trabajar con la familia biológica para identificar la causa raíz de la separación y luego trabajar con la familia para encontrar los recursos y el asesoramiento adecuados para encaminarlos hacia un futuro nuevo y diferente es un énfasis de nuestro programa. La Casa de mi Padre se enfoca en la restauración y reunificación de familias cuando sea posible.
Los miembros de la familia que tienen permiso a través de los tribunales visitan a los niños mensualmente y participan en clases de cuidado infantil, así como en sesiones de asesoramiento individual y grupal. Compartimos conversaciones, actividades recreativas y una comida juntos mientras modelamos la vida familiar.
Nuestros trabajadores sociales y psicólogos dedican tiempo semanalmente a realizar visitas familiares para monitorear el progreso del Plan de Intervención Familiar creado con cada familia. Trabajando con las familias, tenemos una mejor oportunidad de romper patrones generacionales negativos y aumentar las oportunidades de interacciones familiares más positivas y futuros.
EL PUENTE
El Puente es un programa para adultos jóvenes que han salido del sistema de protección infantil. En El Salvador, los niños salen de los hogares infantiles a la edad de 18 años, pero creemos que es importante apoyar a nuestros adultos jóvenes mientras completan sus estudios y hacen la transición a la vida independiente. Ya sea que estén terminando la escuela secundaria, obteniendo un título universitario o capacitación vocacional, nuestro deseo es ayudar a cada joven a alcanzar su máximo potencial.
Poseemos una casa grande que nos fue donada donde residen los adultos jóvenes. La casa funciona de manera similar a un entorno de dormitorio en los Estados Unidos, donde un asistente residente vive en la casa y se encarga de guiar y apoyar a los adultos jóvenes en la toma de decisiones, habilidades de vida independiente y el desarrollo de relaciones interpersonales. Nuestros adultos jóvenes aprenden a planificar y cocinar sus comidas, administrar su dinero, usar el transporte público, hacer su propia ropa y cuidar de la casa mientras estudian y/o trabajan. Se alienta a cada adulto joven a adquirir una pasantía o empleo a tiempo parcial para comenzar a ahorrar para lo que les depara el futuro. Nuestro deseo es ayudar a prepararlos académicamente y/o vocacionalmente, emocionalmente y espiritualmente para dar el paso hacia la independencia con éxito.