DÍA DE LAS MADRES

A menudo se nos recuerda que nuestro ministerio no existe sin el quebranto, la pérdida y un torbellino de emociones. Este pasado sábado, algunas madres, tías, abuelas e incluso algunos otros miembros de la familia extendida llegaron a La Casa para nuestro Día de Visita Familiar. Nuestras trabajadoras sociales y consejeras planearon un día especial para honrar a las mujeres en la vida de los niños como una forma de celebrar el Día de la Madre. Compartieron una devocional que reflexionaba sobre diferentes mujeres mencionadas en la Biblia. Nuestro personal, algunos de los niños e incluso miembros del equipo que nos estaba visitando ofrecieron a las invitadas la oportunidad de cortarse, alisarse o secarse el cabello, así como pintarse las uñas. También se había preparado una manualidad para hacer en familia, y todos compartieron un pastel especial.

Pero lo que más me impactó mientras observaba el desarrollo del día fue la forma en que nuestras madres de casa dieron un paso atrás con discreción, permitiendo que los familiares compartieran tiempo con los niños. A menudo, eso no es fácil cuando caminas junto a un niño que lucha con su pasado. Es parte de la naturaleza humana intervenir siempre para proteger. Hay momentos en que eso es necesario, pero ver a nuestras mamás abrir espacio para animar a madres biológicas, tías y abuelas en su camino hacia la sanidad y la reconstrucción de relaciones saludables fue algo verdaderamente hermoso de presenciar.

Este mes, queremos celebrar a todas las mujeres del personal, a las voluntarias, a las que sirven en nuestra junta directiva y comités asesores, y a todas aquellas que generosamente dan de sí mismas para ayudar a este ministerio a cuidar de niños y familias. Cada una de ellas aporta esperanza para futuros muy distintos.

Únete a nosotros en la celebración de cada mujer que extiende su mano para ayudar a criar a un niño.