TEMPORADA DE VER LA BELLEZA
Dios siempre está obrando para entretejer belleza a partir de las cenizas, de las cosas difíciles. Mirar un tapiz por el lado equivocado parece un desastre. No es hasta que los hilos se han entrelazado completamente que uno puede voltear el tapiz y ver la obra maestra que se ha creado. A veces, mirar la vida desde nuestra perspectiva parece un caos.
En esta temporada, nuestros hogares lucen hermosos con sus árboles decorados, otros adornos cuidadosamente colocados y la emoción que muestran los niños mientras esperan con entusiasmo las actividades divertidas que se realizarán este mes. Pero en la quietud, y a veces a plena vista, hay niños que están sufriendo. Quizás han pasado cosas terribles este año que llevaron a los tribunales a determinar que su hogar no era seguro. Tal vez es la primera vez que no están con su familia biológica en una festividad. Quizás sus padres han perdido los derechos parentales este año, y las esperanzas de reunificación parecen perdidas. Tal vez las fiestas traen dulces recuerdos que no pueden ser recreados en absoluto. La risa, la emoción y la anticipación de la temporada pueden ser una fachada para muchos de estos niños.
Es durante este tiempo que prestamos atención a lo que sucede en su interior. Compartimos perdón, bondad y amor. Los abrazos largos y el simple hecho de hacerles saber a los niños que vemos su dolor puede ser justo lo que necesitan, entendiendo que los arrebatos, el retraimiento, el silencio y las actitudes reflejan el sufrimiento. A veces, basta con estar ahí, sin decir palabras.
En esta temporada, se nos recuerda una y otra vez que debemos confiar en el control de Dios sobre todo, incluso sobre las cosas que parecen tan mal y fuera de control, porque Él sigue obrando. Esa promesa se refleja en Su cumplimiento al enviar un Salvador que pagó el precio por todo lo malo y restauró nuestra relación con nuestro Padre Celestial. ¡Oh, cómo anhelamos el día en que todo será corregido, cuando ya no habrá más dolor ni lágrimas! Pero mientras esperamos, hacemos lo mejor que podemos para ser un refugio seguro y un oído dispuesto a escuchar.
¿Te unirías a nosotros en oración por el personal y los niños durante esta temporada?