Al comenzar el 2025, reflexionamos sobre el profundo impacto que su apoyo ha tenido en las vidas de los niños y las familias que servimos en El Salvador. En La Casa de mi Padre, nuestra misión es posible gracias a su apoyo fiel.
Al iniciar este nuevo año, lo invitamos a seguir caminando junto a nosotros. Sus oraciones, tiempo y generosas donaciones están transformando vidas y creando agentes de cambio para las generaciones venideras.
Que el 2025 sea un año de bendiciones, crecimiento y alegría compartida mientras somos testigos de los frutos de nuestros esfuerzos. Juntos, bajo la guía de Dios, estamos haciendo una diferencia duradera.
Le invitamos especialmente a ver un mensaje en video de nuestro Director con palabras de saludo y ánimo para el año que comienza.
¡Feliz Año Nuevo!