Gracias por permitirnos llevar esperanza a los niños y familias de El Salvador. Nos gustaría compartir algunas palabras de nuestro Director Ejecutivo sobre el impacto de sus donaciones. Podemos servir a los niños que vienen de lugares muy difíciles gracias a su colaboración.
Cuando usted dona a La Casa de mi Padre, está invirtiendo en las vidas de niños que necesitan a alguien que esté a su lado y camine con ellos en esta difícil etapa de sus vidas. Usted les está dando la oportunidad de experimentar un ambiente familiar amoroso, sanar y soñar con un futuro mejor. Gracias por creer en el ministerio, compartiendo el amor de nuestro Padre Celestial. Gracias a ustedes, estos niños tienen esperanza.