¡Esta semana La Casa de mi Padre está celebrando 19 años de ministerio en El Salvador! Si hay algo que hemos aprendido una y otra vez, es el hecho de que Dios es fiel. ¿Ha habido momentos y temporadas en las que hemos dudado?, ¿Tiempos en los que hemos visto centavos en la cuenta con comida y medicinas que comprar y cuentas que pagar?, ¿Tiempos en los que las tareas diarias de cuidar a los niños que llevan sobre sus hombros las cargas del abuso, el abandono y la negligencia del pasado nos han desafiado más allá de lo que sabíamos manejar?, ¿Momentos en los que estábamos tan cansados que creíamos que no era posible continuar? Ciertamente, sí. Pero, en cada circunstancia, Dios nos encontró justo donde estábamos y nos proveyó, nos llevó y restauró nuestros cansados corazones. Él ha tocado los corazones para orar fervientemente, dar financieramente, estar al lado y ayudar. Estos momentos nos han permitido ser testigos de primera mano del abundante amor, misericordia y gracia de Dios. Él nos ha dado testimonios que construyen un fundamento que es inamovible si sólo recordamos y creemos.
NUESTRO DIOS ES FIEL… SIEMPRE. Eso es lo que celebramos hoy 18 de mayo. Únase a nosotros para elevar el ministerio… los niños, sus familias, nuestro personal, nuestros vecinos… en oración esta semana. Agradezcamos a Dios por su provisión y su cuidado. Gracias a Dios por la sanidad que ha tenido lugar en tantas vidas. Gracias a Dios por las semillas plantadas de esperanza. Gracias a Dios por las relaciones restauradas. Gracias a Dios por la oportunidad de seguir sirviéndole. Y gracias a Él por permitirte ser parte de Su obra en las vidas de niños y familias de pasados difíciles. ¡A Él sea la gloria!